jueves, 17 de mayo de 2012

EL BEIS-BOL TAMBIÉN EXISTE

Demos ahora, compañeros trabajadores un vistazo a la trayectoria de los peloteros mexicanos en la “Gran Carpa”, como se le llama al Beis-bol de las Grandes Ligas, a la que dio principio Baldomero "Melo" Almada, el ocho de septiembre de 1933, con  los Medias Rojas de Boston. Después de él, 110 mexicanos más han jugado en Ligas Mayores y 23 de ellos pertenecen ya al Salón de la Fama, es decir, a la estirpe de “los inmortales”.  


Después vendrían jugadores de la talla del veracruzano "Beto" Ávila, quien obtuvo, ni más ni menos,  el campeonato de bateo de la Liga Americana en 1954, convirtiéndose en el primer beisbolista latinoamericano en conseguirlo. El “Guante de Oro”, un trofeo importantísimo en las grandes ligas, lo han obtenido: Rubén Amaro, en 1964, Aurelio Rodríguez en 1976 y Fernando “El Toro” Valenzuela, en 1986, quien además recibió el Trofeo “Cy Young”, máximo galardón para un lanzador al término de una temporada de las Ligas Mayores, y el trofeo “Novato del Año” en 1981.  

Varios de ellos han ganado, con sus respectivos equipos, la Serie Mundial: Horacio Piña, en 1973, Enrique “El Huevo” Romo, en 1979, Fernando Valenzuela, en 1981, Aurelio López, en 1984, Jorge “El Charolito” Orta, en 1985, Erubiel Durazo, en 2001 y Benjamín Gil en 2002.

Otras hazañas para destacar, han sido las 21 victorias obtenidas por Fernando Valenzuela con los “Dodgers” de Los Angeles en la Liga Nacional en 1986 (quien además sumó ¡32 blanqueadas a lo largo de su carrera!), las 20 victorias de Teodoro Higuera, en la Liga Americana ese mismo año, y las 20 de Esteban Loaiza, con los “Medias Blancas” en 2003, imponiendo una nueva marca para un pitcher derecho. 

En 1990, “El Toro” Valenzuela se dio el lujo de lanzar un juego sin hit ni carrera, proeza que sólo repitieron Francisco Córdoba y Ricardo Rincón, pero de forma combinada en 1997. El oaxaqueño Vinicio Castilla logró ¡tres temporadas consecutivas con más de 40 jonrones y cuatro campañas con más de 100 carreras producidas!, entre 1995 y 1998, jugando con los “Rockies” de Colorado, logrando el título de carreras impulsadas de la Liga Nacional en el 2004 con 131. Jorge Cantú disparó 28 cuadrangulares y produjo 117 carreras en la temporada del 2005, con Tampa Bay. El Beis-bol nacional también ha ganado Campeonatos Mundiales Infantiles, Campeonatos de la Liga del Caribe, etc.
 
            Otros nuevos valores han seguido los paso de nuestras viejas leyendas, y hoy  brillan hoy intensamente, como Jorge Cantú, Adrián González, Alfredo Aceves y los sorprendentes, Jaime García y Yovanni Gallardo, quienes apenas el tres y el cinco de abril de 2011, respectivamente, “blanquearon” en juego completo a sus oponentes, y Yovanni, además de blanquear a los “Bravos” de Atlanta, todavía les anotó la carrera del gane.           

            La abrumadora mayoría de nuestras glorias deportivas son hijas del esfuerzo propio, y han logrado abrirse paso entre los grandes por méritos propios, sin ningún apoyo oficial. El gobierno mexicano sólo se hace presente en los momentos estelares de estos grandes deportistas, para sacarse la foto, pero nunca podrá decir que tal o cual campeón ha egresado de las escuelas estatales del deporte. Por ello, su desatacada actuación es doblemente meritoria. 

            Para terminar, hemos de decir que el deporte, profesional, amateur, llanero, callejero y del tipo que sea, constituye una necesidad de primer orden para el ser humano, ya que el juego forma parte del código genético de todo ser humano. El juego, en general, y el deporte en especial, contribuyen de manera decisiva a la humanización del hombre; cuando el hombre juega, se humaniza. Por ello, aunque sea a las canicas, compañeros, pero hay que jugar. 

            Lamentablemente, los consorcios que se disputan el mercado deportivo promueven más el Fut-bol, por que es el más costeable, el preferido, el que genera montañas de dinero por todos conceptos; no así, en el caso del Beis- bol, que a pesar de ser un hermoso juego, para quien está en el “diamante” y para el espectador, no les genera las mismas utilidades. Te invitamos compañero obrero, a interesarte por este emocionante deporte que nos ha dado, como habrás podido darte cuenta, muchas satisfacciones y glorias deportivas.

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