Wikileaks
(filtración rápida), es un sitio en internet que publica información
clasificada de interés público internacional. El sitio, creado desde diciembre
de 2006, ha recibido más de un millón de
documentos y la información que hasta el momento ha publicado se refiere,
esencialmente, a escritos y videos inéditos que revelan los crímenes de guerra
que está cometiendo el imperialismo norteamericano en Irak y Afganistán. El
pasado 28 de noviembre, filtró más de un
cuarto de millón de documentos diplomáticos del gobierno de Estados Unidos,
convirtiéndose en la mayor filtración de documentos secretos de la historia.
El
7 de diciembre fue detenido, en Londres, el australiano Julian Assange, principal
líder del equipo fundador del sitio Wikileaks. El gobierno de Estados Unidos,
ansioso, pretende extraditarlo a territorio norteamericano para someterlo a
juicio por espionaje. La jauría se desata: por ejemplo, la republicana Sarah Palin,
ex candidata a la vicepresidencia de Estados Unidos, declaró que Julian Assange
es “un agente antiestadounidense con las manos manchadas de sangre”, a quien
habría que perseguir “con la misma urgencia con que perseguimos a Al Qaeda y
los líderes del Taliban” o el demócrata Bob Beckel, quien declaró que “La forma de ocuparse de este tema es muy simple... Un muerto no puede filtrar
nada… por lo que habría sólo una forma de hacerlo, por fuera de la ley, pegandole
un tiro al hijo de puta”. Ahí están, en acción, los
campeones de la democracia, la libertad de expresión y los derechos humanos.
En los principales centros informativos del
mundo se desencadenó una guerra mediática para bloquear el sitio Wikileaks. El
gobierno de Estados Unidos, incluso, ha modificado sus leyes para prohibir la
publicación de información clasificada sobre secretos cifrados o comunicaciones
internacionales de inteligencia. El 16 de diciembre, bajo fianza, es liberado
Julian Assange, pero está claro que el gobierno norteamericano no descansará
hasta juzgarlo, encarcelarlo o asesinarlo.
Verdaderos
ríos de tinta informativa, análisis y debate se han publicado y se publicarán sobre
este tema. Lo cierto es que las filtraciones de Wikileaks contribuyen a
mostrar, como un espejo mediático, la imagen documentada sobre el verdadero
rostro del imperialismo norteamericano.
Estados
Unidos, es una nación en donde el desarrollo de la producción capitalista se ha
concentrado en unas cuantas manos, en poderosos monopolios poseedores de un gigantesco
capital financiero que permea todos los días en las economías del planeta
asegurando su control absoluto sobre los países del mundo. Pero, además, el
imperialismo norteamericano, es también un poder militar implacable que
mintiéndole al mundo entero invadió Irak y asesinó a Saddam Hussein; invadió la
extinta Yugoslavia y asesinó a Slobodan Milosevic; impulsó el reciente golpe de
estado en Honduras para derrocar a Manuel Zelaya; gestó el golpe de estado en Chile,
asesinando al presidente Salvador Allende; invadió Panamá aprehendiendo a
Manuel Antonio Noriega; invadió Haití y fraguó el golpe de estado contra el
presidente Jean Bertrand Aristide; invadió Granada para derrocar a Maurice
Bishop; intentó invadir Cuba, en Playa Girón y hoy mantiene el más feroz e
inhumano bloqueo económico contra el régimen de Fidel Castro, etc., etc., etc.
Estados Unidos es, pues, hoy
día, el amo del mundo, el moderno imperio que se impone económica y
militarmente ante las naciones del mundo, y Wikileaks, es tan sólo un valiente esfuerzo que intenta retratar su perverso
rostro. Por lo pronto, el imperialismo
norteamericano seguirá imponiendo su ley, a sangre y fuego, y para combatirlo
se requerirá mucho más que filtraciones secretas.
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