martes, 24 de abril de 2012

MÉXICO, POTENCIA BOXÍSTICA MUNDIAL

            Es muy cierto, y aquí lo hemos dicho, que el deporte mexicano atraviesa por una difícil etapa, y que en varias ramas deportivas, particularmente en el futbol, que es el juego que la mayoría de los mexicanos prefiere, hemos dado un mal espectáculo durante los últimos años. Pero, de ahí no debemos concluir, de ninguna manera, que todo en el deporte mexicano está podrido. Por el contrario, hay numerosos casos que demuestran, sin lugar a dudas, que en el corazón de los mexicanos late con fuerza el espíritu deportivo, y que podemos medirnos en muchas ramas con los mejores del mundo. Para muestra basta un botón.



México es, compañeros trabajadores, ni más ni menos, que la segunda potencia boxística del mundo, con 116 campeones mundiales en su historia, la mayoría de los cuales han maravillado a los aficionados del pugilato del mundo, que los han adoptado como sus verdaderos ídolos.

Desde Raúl “El Ratón" Macías,  hasta  Julio César Chávez (colocado entre los 20 mejores de la historia, con más de 100 combates y sólo 2 derrotas), pasando por otros grandes de los pesos livianos, como Kid Azteca, Juan Zurita, José Ángel "Mantequilla" Nápoles, Rubén “El Púas” Olivares, Vicente Saldívar, Efrén “El Alacrán” Torres, Rafael Herrera, Miguel Canto, Carlos Zárate, Daniel Zaragoza, Gustavo "Guty" Espadas, Humberto "La Chiquita" González, , “El Pipino” Cuevas, Salvador Sánchez, Marco Antonio Barrera, Juan Manuel Márquez, “El Finito” López, Erick “El Terrible” Morales y Fernando “El Cochulito” Montiel, que acaba de conquistar el título mundial gallo, noqueando al campeón Hozumi Hasegawa, arrebatándole el cinturón mundial gallo del Consejo Mundial de Boxeo (CMB).

Ellos son, entonces, sólo algunos de los más destacados peleadores (mas no los únicos), que le han dado fama al boxeo mexicano, que son motivo de orgullo para todos nosotros, y ejemplo de pundonor y de entrega para todos los deportistas mexicanos, pero también para los trabajadores, ya que nos demuestran que con voluntad, con disciplina y con valor, se puede destronar y arrebatar la corona a los más pintados del mundo.

            Desde Yucatán hasta Baja California; desde Sinaloa hasta Tepito, Lagunilla y La Bondojo; a lo largo y ancho del país, el boxeo ha dado campeones nacionales, olímpicos y mundiales, que han sido y seguirán siendo orgullo de los mexicanos, pues han puesto en alto el nombre de nuestro país en todos los confines y escenarios del mundo.

            Por el número de cetros mundiales y por el destacado lugar que actualmente ocupa el boxeo mexicano, no faltará quien piense que el box nació en México; pero los orígenes de este deporte se remontan al antiguo Egipto (hace más de 5,000 años), de donde pasó a Creta, a Grecia (en las Olimpíadas), y a Roma (en el circo romano), hasta que llegó a Inglaterra, que es el país donde adquiere su forma actual, después de haber pasado varios años como simples riñas callejeras, hasta que en 1917, aproximadamente, Jack Broughton, “El Padre del Boxeo” , elaboró la primera reglamentación de encuentros deportivos entre dos hombres. Sin embargo, la estructura definitiva del pugilismo moderno comenzó a desarrollarse con la implantación de las reglas atribuidas a John Sholto Douglas, octavo marqués de Queensberry, el cual introdujo sustanciales modificaciones, entre ellas la utilización de los guantes para pleitos de aficionados o profesionales.

            Así las cosas, compañeros obreros, lejos de sentirnos acomplejados y diminutos en la arena deportiva internacional, debemos sentirnos orgullosos de nuestros ídolos del boxeo (después hablaremos de otras ramas del deporte que también nos han dado gloria y fama), pues ello demuestra que por nuestras venas corre sangre de luchadores.

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